«Logramos controlar la inflación. A fecha del 27 de mayo alcanzó el nivel de 17,4 % en su expresión anual. Y de hecho a partir de la segunda mitad de mayo el incremento de los precios se detuvo totalmente. Ahora el crecimiento de la inflación es nulo», afirmó el presidente ruso.

Vladimir Putin ordenó a su Gobierno que elabore, para antes de julio, nuevas normas presupuestarias, con el fin de impulsar el crecimiento económico y proteger la economía frente a una recesión y las sanciones de Occidente.

«Ya se ha empezado a trabajar en el presupuesto federal para los próximos tres años. Una cuestión fundamental es la elaboración de normas presupuestarias que no sólo garanticen la estabilidad de las finanzas públicas, sino que también contribuyan a aumentar la tasa de crecimiento de la economía rusa», comentó Putin en una rueda de prensa televisada.

Destino de las ganancias del petróleo y el gas

Rusia suspendió la norma presupuestaria en virtud de la cual canalizaba los ingresos extra del petróleo y el gas hacia el Fondo de la Riqueza Nacional, NWF, durante la pandemia de coronavirus.

Para este año, el Ministerio de Finanzas tenía previsto restablecer la norma, con la cual también compraba divisas para el NWF, pero decidió no hacerlo tras la imposición de sanciones occidentales que limitan a Moscú acceder a la mitad de sus reservas de oro y divisas.

Las sanciones buscan retractar a Rusia de lo que llaman «operación militar especial» en Ucrania. En lugar de aumentar el FNA, los ingresos adicionales del petróleo y el gas podrían gastarse en cualquier propósito que el Gobierno ordene.

Reactivación de la economía y políticas sociales

Aunque el presidente ruso no dio detalles de las nuevas normas, adelantó que los préstamos corporativos e hipotecarios necesitaban un impulso, sugiriendo que las directrices podrían relajarse más para permitir una mayor financiación estatal para reactivar la actividad económica.

Actualmente la norma limita cómo y dónde se pueden gastar los 198.000 millones de dólares del FNA de Rusia, ya que el Gobierno necesita más dinero para cumplir las promesas de Putin de aumentar las pensiones y los pagos sociales, así como apoyar a las grandes empresas.

En mayo, la FNA gastó 4.000 millones de dólares para comprar acciones preferentes de los Ferrocarriles Rusos, el mayor empleador del país. Otras entidades estatales como la aerolínea Aeroflot esperan recibir ayuda en efectivo para hacer frente a las sanciones.

Luego de la invasión rusa en Ucrania, Occidente impuso sanciones en contra de las reservas del Banco Central de Rusia y excluyó a varios bancos rusos del sistema internacional de pago SWIFT, lo que provocó un desplome del 30 % del rublo, una caída no vista desde 1993.

«En el mercado de divisas la situación también es estable», reiteró Putin, al señalar que «el fortalecimiento del rublo permitió reducir las exigencias impuestas a los exportadores». Según él, «se trata ante todo de la reducción del volumen de ventas obligatorias de las ganancias en divisas del 80 % al 50 %, así como el incremento de los plazos de esta venta».

Fuente: www.france24.com