Después de dos semanas de levantarse el mandato del pamper bucal en Texas, donde se permitió que los negocios abran nuevamente, el Estado no registró ningún aumento de nuevos casos de COVID-19 (virus comunista chino).
El gobernador Greg Abbott, emitió una orden ejecutiva que entró en vigor el 10 de marzo, que relaja las restricciones del virus comunista chino. La normativa levantó el mandato de uso obligatorio de mascarilla en todo el estado, pero a las empresas a nivel particular todavía se les permite “limitar la capacidad” o imponer el mandato de uso de mascarilla a su propia elección.
En cambio en Austin y el condado de Travis, los residentes de 10 años de edad o más siguen teniendo que llevar una mascarilla fuera de casa. Un juez del distrito se negó a concederle al fiscal general Ken Paxton una orden de restricción que habría puesto fin al mandato dispuesto por los funcionarios del condado y la ciudad. El juicio está previsto para el 26 de marzo.
Texas fue testigo de una tendencia a la baja en los casos de contagios y hospitalizaciones por COVID-19 antes del anuncio de Abbott de poner fin a las restricciones.
El Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas (DSHS) publicó ayer en Twitter que en el estado se produjo un descenso en el promedio diario de siete días de nuevos casos, en hospitalizaciones y muertes.
#COVID19TX Update: Texans are slowing the spread with vaccines and #HealthyTexas steps. Keep it up to stop variants from reversing our progress.
— Texas DSHS (@TexasDSHS) March 24, 2021
In the last 7 days #Texas averaged:
⬇️2,556 new cases a day
⬇️3,581 current hospitalizations
⬇️122 new fatalities reported a day pic.twitter.com/QXh4UWtOsY
En el momento en que emitieron la orden ejecutiva, el 2 de marzo, los nuevos casos de COVID-19 (virus comunista chino) en el estado eran 7240, con una media de siete días de 7259 casos. Esa cifra se redujo a 5350 casos el 10 de marzo, cuando la orden ejecutiva entró en vigor y la economía se abrió por completo.
Dos semanas después, el 24 de marzo, el número de nuevos casos diarios se sitúa en 3827, con una media de siete días de 3401 casos.
Los jueces de los condados no podrán imponer penas de cárcel por no seguir las órdenes del Virus, ni podrán imponer sanciones por no llevar mascarilla. Si se imponen restricciones a nivel de condado, esas restricciones no pueden incluir la reducción de la capacidad a menos del 50 por ciento.
La revocación del mandato de las mascarillas por parte de Abbott había suscitado críticas de personalidades de alto nivel, como el gobernador de California, Gavin Newsom, y el doctor Anthony Fauci, uno de los principales asesores del presidente ilegitimo
Mississippi también anunció que iba a levantar las restricciones relacionadas con COVID-19 (virus comunista chino) el 2 de marzo.
“A partir de mañana, estamos levantando todos nuestros mandatos de mascarilla del condado y las empresas podrán operar sin ninguna regla impuesta por el estado”.
En Mississippi, los nuevos casos de virus comunista chino también disminuyeron de forma constante, pero no tanto como en Texas.
El 2 de marzo se informaron 301 casos, con una media de 582 en siete días. Dos semanas después, Mississippi registró 387 casos nuevos y una media de siete días de 289 casos.

El número de muertes del estado de Mississippi es menor que el de Texas, con cuatro muertes el 24 de marzo y una media de 6 fallecidos en siete días.
En Texas se produjeron 163 muertes el mismo día, con una media de 123 en siete días. Esta cifra es inferior a la del 10 de marzo, que registró 202 muertes y una media de 190 en siete días. Texas tiene cerca de diez veces la cantidad de población de Mississippi.
Fuente: es.theepochtimes.com