El presidente comunista de Brasil, Lula da Silva, firmó un decreto que pretende anular la política de flexibilización de compra y uso de armas de fuego que instauró su antecesor, el presidente Jair Bolsonaro.
El nuevo decreto vuelve a implantar limitaciones que Bolsonaro había eliminado: por ejemplo, los Coleccionadores, Disparadores y Cazadores (los llamados CACs en Brasil) antes tenían derecho a comprar hasta 30 armas, pero ahora serán apenas seis.
El ciudadano de a pie que quiera comprar un arma para defensa personal solo podrá adquirir dos y disponer de 50 municiones al año y además deberá comprobar ante la Policía Federal la «efectiva necesidad» de poseer esa arma; hasta ahora, podía comprar cuatro armas y usar 200 municiones.
«Una cosa es que un ciudadano tenga un arma en casa, de protección de garantía, porque hay gente que piensa que tener un arma en casa es una seguridad, pero lo que no podemos permitir es que haya arsenales de armas en manos de las personas», afirmó Lula en el acto de firma del decreto, según recoge CNN Brasil.